Hace un mes, finalicé el artículo donde enumeraba las 10 primeras referencias del relato Las 100 mejores diciendo que publicaría las 10 siguientes en una semana, si nadie se me adelantaba. La cuestión es que efectivamente alguien se me adelantó, pero no fue descubriendo más referencias, sino naciendo unos días antes de lo previsto... :-) Aprovecho ahora que su tío le está dando el biberón para continuar a partir de la referencia #11.
#11. El relato explica que, cuando recogí a Natalia, estaba a punto de salir flotando sobre una puerta; una como la que usa Rose para salvar su vida después de hundirse el Titanic. Por cierto, aprovecho la ocasión para comentar que son muchos los que opinan que Rose no se esforzó lo suficiente quedándose tumbada mirando las estrellas mientras el pobre Jack se moría congelado. ¿No podía haberse apartado un poco y compartir la puerta? O, por lo menos, ¿no podían haberse turnado? En fin, todo sea por ver morir a Leonardo DiCaprio... otra vez.
#12. El pequeño hobbit al que creía haber visto venía evidentemente del universo de El señor de los anillos; seguramente de Hobbiton.
#13. ¡Qué bello es vivir! puede presumir de ser la película más programada en Diciembre en las televisiones de todo el mundo. Al final de este gran clásico navideño, el sonido de las campanitas de un árbol de Navidad anuncia al personaje de James Stewart que su ángel de la guarda se ha ganado las alas. Influenciado por esta película, cuando mi personaje oye unas campanas virtuales que suenan en el móvil, piensa que alguien acaba de llegar al cielo.
#14. Corky, el televisivo apodo que le puse al pobre perro, es entre otras cosas un anagrama de Rocky.
#15. El final del episodio transcurre En el calor de la noche.
#16. Al igual que mi personaje, la pequeña Clarice Starling se despertaba por las noches entre sudores y oía a lo lejos los gemidos de los animales en el matadero. Y después de los gritos... silencio. El silencio de los corderos.
#17. La supuesta mascota de mi vecino insomne se llamaba Baby y precisamente ese es el nombre del simpático leopardo brasileño que progranizó la película La fiera de mi niña (Bringing Up Baby, en su versión original). Pasando por alto el hecho de que la película tenía algún que otro gazapo -¿leopardos en Brasil?- hay que reconocer que Howard Hawks firmó una gran comedia que contiene alguna de las escenas más memorables de la historia del cine, como por ejemplo aquella de la canción "Todo te lo puedo dar menos el amor, Baby...".
#18. El niño de El sexto sentido, en ocasiones, veía muertos. Yo, en ocasiones, oía perros.
#19. Cuando mi personaje intenta dormir, dice que no lo consigue ni recurriendo al socorrido método de contar ovejas. A continuación, Natalia le responde que pruebe a pensar en cacharros digitales de esos que le gustan. Seguramente, Natalia da esa respuesta pensando en la novela corta de ciencia ficción de Philip K. Dick "Sueñan los androides con ovejas eléctricas". El relato no especifica si esa propuesta le permitió a mi personaje conciliar el sueño, pero hemos de suponer que sí, porque Blade Runner, una de sus películas favoritas, está basada en esa novela.
#20. La última frase que pronuncia Natalia en el capítulo es: "Mañana será otro día". Esta frase es hoy en día bastante común, pero antes de 1939 no lo era tanto. Ese año se estrenó la película más larga y cara producida hasta la fecha y muchas de las frases de Scarlett O'Hara se convirtieron en célebres citas que hoy forman parte de nuestro vocabulario. En concreto, Mañana será otro día fue el primer título que puso Margaret Mitchell a la novela en la que se basa la película antes de que los editores lo cambiaran por su título definitivo: Lo que el viento se llevó; tomando prestado un verso del poeta Ernest Dowson.
Dentro de una UTVSNV (*), las siguientes 10 referencias.
(*) Unidad de Tiempo Variable Subordinada a las Necesidades de Víctor.