El mundo es una pelota

Hace muchos años, una persona a la que siempre he admirado me hizo ver que casi todo en la vida sigue una pauta cíclica. Su argumento era tan fascinante y tan meridianamente claro que todavía hoy, varios lustros después, recuerdo con exactitud sus palabras:

—¿En que se parecen una vaca y una pelota? —me dijo.

—¿En que las dos están gordas? —le respondí.

—No —contestó sin impresionarse por mi ingenio—, pero casi. Se parecen en que la vaca da leche, la leche da queso, el queso no da nada, el que no nada se ahoga, el que se ahoga es un bruto, Bruto mató a César, César vivía en Roma, Roma está en Italia, Italia está en Europa, Europa está en el mundo y el mundo es una pelota.

De manera casi inmediata, comprendí a la perfección lo que me quería decir. El mundo es una pelota. Es decir, que todo tiene su ciclo...

• El agua se evapora, precipita, se infiltra, circula por los ríos y vuelve al mar en lo que conocemos como ciclo del agua.
• Las economías ascienden, descienden, entran en recesión y se reactivan. Son los ciclos económicos, definidos a menudo como las oscilaciones que se producen en la economía entre dos crisis sucesivas; como por ejemplo la Crisis Ninja que estamos viviendo este año... :-(
• El ciclo celular, por el cual las células crecen y se dividen creando otras células hijas, es el que permite entre otras cosas que yo esté ahora escribiendo en este blog.
• Los equipos de fútbol también tienen ciclos, aunque en la mayoría de casos es más facil identificar el final de un ciclo que el principio del siguiente.
• También es ampliamente conocido el ciclo de la vida. De hecho, en la red hay multitud de interpretaciones de este término aunque, personalmente, yo me quedo con la que hizo Elton John para la banda sonora de aquella película de Disney.
• Y podríamos encontrar muchos más, como el ciclo lunar, el ciclo de Krebs, etc.
  

Con aquellas palabras, aquella persona a la que siempre he admirado inspiró y motivó la creación de este blog. La descripción de este espacio (que puede leerse en el pie de esta página) recoge sus palabras y las extiende, aplicándolas al proceso de publicación de artículos en un blog. Este proceso que, por supuesto, también es cíclico comienza con la lectura de algo interesante (generalmente en Internet) y acaba cuando tengo tiempo de escribir algo sobre lo que me ha hecho pensar.

En concreto, en el caso de este artículo, lo que leí hace unas semanas fue un artículo de Microsiervos que hablaba de una empresa japonesa que había creado un holograma para navegar por nuestro mundo a través de Google Earth. El dispositivo proyecta las imágenes en el medio de la habitación y permite interactuar con ellas directamente con las manos. Lo podéis ver en el siguiente vídeo:

Como habréis visto, aquella persona a la que tanto admiro (y que es capaz de dejar inconscientes a dos o más personas contando cíclicamente historias de cerditos grandes y pequeños) tenía mucha razón. El mundo es una pelota.

Las 10 siguientes (4/6)

#31. En la pantalla del teléfono ponía Mi casa, que es lo mismo que habría puesto E.T., el extraterrestre en la agenda de su móvil si las operadoras de su planeta hubieran tenido cobertura en el nuestro.

#32. Al contestar el teléfono, mi personaje le explica a Natalia que la vida en el trabajo consiste en rutina y después más rutina. Esta misma frase es la que utiliza el personaje de Morgan Freeman en Cadena perpétua para describir la vida que ha llevado durante años. El personaje de Freeman se refiere evidentemente a la vida en la cárcel, lo cual evidentemente no tiene nada que ver con las tareas de oficina a las que se refiere mi personaje... ¿O sí?

#33. Mis vecinos estaban en Los Ángeles y Natalia se los había imaginado paseando por el barrio chino o de compras por Sunset Boulevard. Estos dos lugares son los protagonistas de dos de las mejores películas de cine negro de la historia. El primero, el barrio chino de Los Ángeles, es el escenario de Chinatown, obra cumbre de Roman Polanski que, aunque fue filmada en 1974, conserva buena parte de los elementos de cine negro utilizados en las décadas de los 40 y los 50.

#34. La segunda ubicación, Sunset Boulevard, es la calle que da título en su versión original a la película El crepúsculo de los dioses. Es una calle de 35 km. que atraviesa la ciudad de Los Ángeles y que acoge a estudios de cine, locales de moda y numerosas mansiones de las estrellas de Hollywood, como por ejemplo la de Norma Desmond, personaje de ficción inmortalizado en la película.

#35. Mi personaje bromeaba con la posibilidad de que la vecina hubiera asesinado a su marido para cobrar la poliza del seguro. Esta historia que hoy en día parece muy poco original fue en 1944 el argumento de Perdición, obra maestra del suspense que permitió a Barbara Stanwyck convertirse en la femme fatale de referencia.

#36. Las sospechas del crimen provenían de haber espiado a los vecinos desde la ventada del salón. Mi personaje estaba recordando evidentemente lo que Hitchcock nos explicó en La ventana indiscreta.

#37 & #38. El Sr. Corleone al que se refiere Natalia es sin duda Don Vito, uno de los pocos personajes de la historia del cine que ha ganado dos Oscars, uno para Marlon Brando como mejor actor por El Padrino y otro para Robert De Niro como mejor actor de reparto por El Padrino Parte II. De hecho, aunque la lista no lo refleja así, personalmente creo que esta última película fue la primera que logró contradecir el tópico de que segundas partes nuncan fueron buenas, ya que en mi opinión, supera a su predecesora. Luego esto mismo volvería a pasar en una galaxia muy, muy lejana... pero eso ya es otra historia.

#39. Sam Spade es un detective privado nacido de la máquina de escribir del novelista Dashiell Hammett con el fin de protagonizar El halcón maltés. Su rostro más reconocible es sin duda el de Humphrey Bogart, que lo interpretó de manera inolvidable en la película de 1941. A pesar de aparecer únicamente en esa historia, el personaje ha sido objeto de numerosos homenajes, como por ejemplo el que le hizo Umberto Eco en El péndulo de Foucault o el de la serie de TV Sin rastro, en la que una de sus protagonistas se llama Samantha "Sam" Spade.

#40. El semitono aterrador con el que empezaba mi CD de bandas sonoras no puede ser otro que el que utilizó John Williams para advertirnos de que llegaba el bicho en la película Tiburón. Esas dos notas que intentaban evocar el siniestro latido del corazón del escualo asesino le valieron su segundo Oscar al Sr. Williams en 1975.