En su paso por este mundo, Steve Jobs nos ha dejado muchas cosas y, sin duda, la huella de sus creaciones permanecerá con nosotros durante mucho tiempo. Sin embargo, una de las cosas que se ha llevado consigo al morir es la verdadera historia tras la manzana mordida que desde el año de su fundación constituye el logotipo de Apple.
Desde hace mucho tiempo, circulan varias teorías al respecto, así que hoy he pensado que era buen momento para recordar las 5 que me parecen más interesantes.
#1. El símbolo del conocimiento
La supuesta manzana de Adán y Eva (que, como ya expliqué en el artículo 6 mentiras sobre la fruta, no era una manzana) es habitualmente considerada un símbolo del conocimiento. Según el relato bíblico, el fruto provenía del árbol de la ciencia del bien y del mal y Eva, al probarlo, pensó que le ayudaría a alcanzar la sabiduría.
Por otro lado, el episodio de la manzana que cayó sobre la cabeza de Isaac Newton es también un suceso que se asocia con frecuencia a la adquisición de conocimientos y no hay que olvidar que en el primer logo de Apple (creado por Ronald Wayne) aparece la imagen de Newton bajo un manzano.
#2. La fruta preferida de Steve & Steve
Se dice que la fruta preferida de los dos cofundadores de Apple de nombre Steve, Jobs y Wozniak, era la manzana y, más concretamente, tenían predilección por las de la clase Macintosh. De hecho, el padre adoptivo de Jobs era agricultor y entre otras cosas, se dedicaba a la venta de manzanas.
#3. Un mordisco = 8 bits
Otra teoría explica que la parte más importante del logo es el mordisco (byte, en inglés), que representa la unidad básica de almacenamiento de información.
#4. El sello de los Beatles
Steve Jobs siempre reconoció que su grupo musical favorito eran los Beatles. Desde 1968, el sello discográfico del grupo, Apple Records, imprimió en los singles y álbumes de la compañía una manzana entera en la cara A y una manzana partida en la cara B.
Lo cierto es que, aunque esta historia no tenga nada que ver con la creación de Apple, esta coincidencia de marcas ha provocado que los abogados de las dos empresas (Apple Records y Apple Computer) hayan estado entretenidos durante muchos años...
#5. Alan Turing
La más bella de estas historias relata que el logo de Apple rinde homenaje a la memoria de Alan Turing. Este matemático inglés, que vivió en la primera mitad del siglo XX, es considerado el padre de la informática moderna. Durante la Segunda Guerra Mundial, diseñó el sistema que permitió romper los códigos de encriptación de la máquina Enigma, que es la que utilizaban los nazis para codificar sus mensajes. De esta manera, los aliados pudieron anticiparse a los movimientos de Hitler y, probablemente, acabar la guerra mucho más rápido.
En 1952 Turing fue acusado de un delito de homosexualidad. Tras el proceso, se le planteó la opción de ir a la cárcel o recibir un tratamiento hormonal. Escogió la segunda opción y, tras dos años de padecer importantes efectos secundarios, se suicidó.
Para acabar con su vida, Alan Turing envenenó una manzana con cianuro y comió un trozo.
Pero... ¿es acertada alguna de estas teorías?
Pues probablemente no... En una entrevista reciente, Rob Janoff, el diseñador original del logo, manifestó que cree que todo esto son leyendas urbanas. El motivo por el que hay un mordisco en la manzana es por un problema de escala. La verdad es que la manzana sin el mordisco, en tamaños pequeños, parece una cereza.
A mí, personalmente me gustaría que la vinculación con la figura de Alan Turing no fuera casual. De hecho, mientras me documentaba un poco para escribir este artículo, he descubierto un elemento más que se puede añadir a la teoría. Resulta que Alan Turing dedicó los dos últimos años de su vida a estudiar la filotaxis de Fibonacci (i.e. la presencia de los números de Fibonacci en las estructuras vegetales) y, tal como se puede comprobar en la siguiente imagen, esa secuencia también está bastante presente en la estructura del logo de Apple.
Steve Jobs nunca llegó a explicar si alguna de estas historias se acerca a la motivación real que existió en la creación de su marca. Al fin y al cabo, fiel a sus principios, debió pensar que no es conveniente dejar que la mundana realidad estropee una bella historia.