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13 de agosto de 2014

Cómo no hablar del suicidio de Robin Williams: el mal ejemplo de la Academia

Robin Williams murió por suicidio hace dos días y las redes sociales se han llenado de mensajes de apoyo y de recuerdo. Posiblemente, uno de los más vistos y compartidos es este tweet de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas:

Genie, you're free.

Acompañado por un fotograma de Aladdín, el texto "Genio, eres libre." recuerda uno de los papeles más destacados de Robin Williams y, posiblemente, el papel que cambió la forma de entender el trabajo de los actores de primera línea en las películas de animación.

Hasta este momento, y después de más de 320.000 retweets, este mensaje lo habrán visto unos 70 millones de personas y, sin duda, la intención de la Academia no es otra que recordar con cariño al actor. Pero es importante destacar que este tweet lleva implícito un planteamiento absolutamente inapropiado sobre un tema tan delicado como es el suicidio.

Básicamente, rompe con las recomendaciones establecidas por los expertos en salud pública sobre cómo hablar y cómo no hablar del suicidio. Según Christine Moutier, Directora Médica de la Fundación Americana para la Prevención del Suicicio:

Si este tweet no cruza la línea, se acerca mucho, mucho a ella. El suicidio no debe ser presentado nunca como una opción. Eso puede producir potenciales contagios.

Robert Gebbia, Director General de la Fundación, añade en una nota publicada ayer con el título La información insegura sobre el suicidio puede costar vidas:

Los estudios son claros: los mensajes inapropiados sobre la muerte por suicidio pueden provocar que otros intenten suicidarse.

Vuestra ayuda es especialmente importante al informar sobre la muerte de Robin Williams, ya que vuestra historia llegará a muchas personas, incluyendo a algunas en riesgo que pueden estar contemplando suicidarse. La elección de las palabras, las frases, el contenido importa.

Por favor, tomad un momento para aseguraros de que vuestra información es segura. Podéis estar salvando una vida.

Espero que la muerte de Williams inicie una reflexión sobre el suicidio y la salud mental. Aprovechad la oportunidad de animar a los lectores que padezcan algún problema de salud mental a buscar la ayuda que necesiten para ponerse bien y permanecer sanos.

En la actualidad, esta reflexión no va dirigida únicamente a los periodistas profesionales de los grandes medios de comunicación. En la actualidad, esta reflexión va dirigida también a mí, que escribo en mi blog personal, y también al Community Manager al que le ha tocado gestionar la cuenta de Twitter de la Academia en el mes de agosto. En la actualidad, todos tenemos la capacidad y la responsabilidad de comunicar.

Por ello, me ha parecido muy interesante resumir aquí los puntos que destaca la Fundación en su guía de recomendaciones para informar sobre el suicidio.

Lo que se debe hacer:

  • Trata siempre el suicidio como un problema de salud mental.
  • Incluye enlaces a servicios de tratamiento, señales de alerta y canales de información sobre el suicidio. En España, se puede encontrar ayuda en el Teléfono de la Esperanza llamando al 902 500 002.
  • Incluye historias esperanzadoras.
  • Vigila los comentarios a tus publicaciones para identificar aportaciones dañinas o personas expresando pensamientos suicidas.
  • Contacta con un experto en el tema para conseguir reflejar bien la realidad.

Lo que se debe evitar:

  • Evita enseñar vídeos o fotos del método usado o el lugar.
  • Evita hablar del suicidio o del intento de suicidio en términos de éxito o de fracaso. En lugar de eso, di que ha sido una muerte por suicidio.
  • Evita mostrar una visión romántica de la muerte.
  • Evita decir que los índices de suicidio se disparan, o que hay una epidemia u otros términos contundentes.
  • Evita publicar texto de una nota de suicidio.
  • Evita citar/entrevistar a la policía o a los primeros testigos sobre las causas del suicidio.
  • Evita describir un suicidio como inexplicable o inesperado.