En la actualidad, si quiero comunicarme a distancia con otra persona tengo a mi disposición multitud de medios. Por ejemplo, podría utilizar Twitter para escribir un mensaje e incluir en él algún emoticono o algún hashtag que lo complemente: #LOL, #WTF, #fail... Éstos códigos forman parte del lenguaje de Twitter y, probablemente por el hecho de estar utilizando ese medio, estaría asumiendo que el receptor de mi mensaje es capaz de interpretar correctamente su significado.
Otro de los medios que podría utilizar es el correo postal. Se trata de un sistema anterior a Twitter, ya que apareció en el antiguo Egipto hace unos 4.400 años y, al igual que este, tiene sus propios códigos. Por ejemplo, la aparición de los sellos postales en el siglo XIX posibilitó una nueva forma de comunicación basada en la posición de los sellos en el sobre.

Y de eso trata la entrada de hoy...
El nacimiento del lenguaje de los sellos
La primera referencia a este lenguaje apareció en un semanario húngaro, que aproximadamente explicaba lo siguiente:
Para todos los que se encuentran en la situación de Hero y Leandro, y al igual que ellos sólo pueden intercambiar señales secretas acerca de los sentimientos de sus corazones, aquí publicamos los secretos del lenguaje de los sellos. Si el sello está vertical en la esquina superior derecha de la tarjeta o sobre, significa: Quiero tu amistad. Arriba a la derecha, cruzado: ¿Me amas? Arriba a la derecha, al revés: No me escriba más. [...] Arriba a la izquierda, cruzado: Mi corazón pertenece a otra persona. Arriba a la izquierda, en vertical: Te amo. Abajo a la izquierda, cruzado: Déjeme en paz en mi dolor. En línea con el nombre: Acepte mi amor. En el mismo lugar, cruzado: Quiero verte. En el mismo lugar, al revés: Yo amo a alguien más.
Szarvas és vidéke, 13 de julio de 1890.
Unos años más tarde surgieron pequeños manuales que propiciaron una mayor adopción, como el siguiente Código de Cupido para la transmisión de mensajes secretos mediante el lenguaje de los sellos postales, de 1899.

Y, por supuesto, a medida que se fue extendiendo por Europa e incorporándose a las guías de etiqueta de la época, se fueron originando todo tipo de variaciones y dialectos.

Los más sencillos se centraban únicamente en transmitir la intensidad del amor sentido a través de la inclinación del sello. Podríamos entender que el sello actuaba como la aguja de un velocímetro: cuanto más inclinada hacia la derecha, más amor...

Otros, más elaborados, jugaban con la posición relativa de dos sellos o incluso con el color:


La muerte del lenguaje de los sellos
En Rusia llegó a ponerse muy de moda a principios del siglo XX, pero con la llegada del socialismo, comenzó a desaparecer. Al fin y al cabo, era una práctica propia de la burguesía y eso de enviar mensajes secretos no estaba nada bien visto por el nuevo gobierno revolucionario. Tras la Segunda Guerra Mundial, desapareció por completo en los países de la Europa oriental.
En el resto de Europa, la lengua de los sellos se siguió utilizando ocasionalmente y algunos coleccionistas conservan usos mucho más recientes. Supongo que mientras existió la costumbre de comunicarse por correo postal, los usuarios de ese medio aprovecharon al máximo lo que les ofrecía. Parafraseando a Marshall McLuhan: el medio es el mensaje... y, en ocasiones, el lenguaje.
Hoy en día, principalmente gracias a Internet, creo que ya podemos considerar que la lengua de los sellos es una más de las lenguas muertas.
De tanto pegar sellos, claro... ^_^! #LOL
Realmente precioso. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarMuy buen blog sobre filatelia, felicitaciones!!
ResponderEliminarPablo de Argentina
http://www.albumdeestampillas.blogspot.com